Reporte Ciudadano Las Noticias de Chiapas al Minuto
Óscar Gómez/ Corresponsal
6 de octubre del 2024. San Cristóbal de Las Casas.- Esta ciudad es escenario donde la historia y el misterio se entrelazan en cada rincón. Desde que Emmanuel Sima Jiménez, originario de Quintana Roo, llegó a esta ciudad en diciembre de 2009, quedó cautivado por la riqueza cultural que la envuelve. Entre 2009 y 2012, Emmanuel dedicó su tiempo a caminar las calles y a sumergirse en las tradiciones orales, descubriendo que la ciudad alberga 55 leyendas, siendo las del barrio de La Merced, uno de los más antiguos, las más místicas y perdurables.
El misterio del “Way Chivo”
Una de las leyendas más populares del barrio de La Merced es la del “Way Chivo”. Se cuenta que este ser, mitad humano y mitad chivo, era un nahual que por las noches recorría las calles, acechando a quienes transitaban solitarios o en compañía de una pareja. Muchos intentaron enfrentarlo sin éxito, ya que el chivo parecía ser invulnerable a las piedras y a otros objetos que le lanzaban.
Sin embargo, según la tradición oral, había una forma de deshacerse del Way Chivo. Bastaba con enfrentarlo con coraje y pronunciar las palabras: “Ey, Way Chivo, soy tu compadre, déjame en paz a mí y a mi novia”. Increíblemente, después de decir esta frase, el ser no solo dejaba de molestar, sino que, en futuras apariciones, se convertía en una especie de guardián que acompañaba al desafortunado hasta su casa, asegurándose de que llegara sano y salvo.
La leyenda de la “Vaca Bruja”
Otra de las historias que resuena entre los habitantes de La Merced es la de la “Vaca Bruja”. Según los relatos, un animal de tamaño descomunal aparecía en las noches, causando estragos entre los vecinos. Revolcaba a quienes se cruzaban en su camino, dejando a sus víctimas aturdidas. Ante la imposibilidad de detener a este extraño ser, los pobladores decidieron pedir ayuda a un brujo del cerro Huitepec.
El ritual recomendado por el hechicero fue efectivo y, finalmente, lograron capturar a la vaca. Sin embargo, en medio de los golpes y lamentos, el animal comenzó a hablar, pidiendo piedad. Al amanecer, la piel de la vaca se desprendió, revelando a una anciana que, según algunas versiones, practicaba la brujería como venganza por la muerte de su esposo a manos de los conquistadores. Otra versión cuenta que la mujer había asumido la forma de vaca para atormentar a una joven del barrio, motivada por un amor no correspondido.
Estas leyendas, recopiladas y preservadas por Emmanuel Sima, forman parte del rico patrimonio cultural de San Cristóbal de Las Casas. Más allá de los relatos fantásticos, estas historias reflejan la identidad y el misticismo que caracterizan a la ciudad, y continúan siendo transmitidas de generación en generación, manteniendo viva la esencia de los barrios más antiguos, como La Merced.
