Óscar Gómez/Corresponsal
San Cristóbal de Las Casas.- Autoridades del ayuntamiento de San Juan Chamula dieron a conocer que la menor de edad la cual ha circulado en redes sociales fue encarcelada, se debió a que no quiso separarse de sus familiares, quienes minutos antes habían protagonizado una riña con comerciantes establecidos del Mercado Publico de la cabecera de aquel municipio de Tostsil.
De acuerdo a fuentes consultadas, se supo que dos grupos de comerciantes, por un lado ambulantes y por el otro establecidos en el Mercado Publico, protagonizaron una riña, ya que los ambulantes no respetaron los límites donde les es permitido vender, esto de acuerdo a sus usos y costumbres, a la cual el municipio o ayuntamiento no determina, pues ya es un acuerdo por parte de autoridades tradicionales.
Los hombres en su mayoría se confrontaron, pero la joven de entre 15 y 16 años, no de 12 como ha circulado en redes sociales, fueron llevados a la cárcel municipal por los mayoles o policías tradicionales para evitar que pasara a mayores, sin embargo, la joven menor de edad, no quiso separarse de sus familiares, y por si sola ingreso a los separos.
En la presidencia se encontraba únicamente el 5º regidor, ya que la gran mayoría de autoridades se encontraban en eventos de comunidades, quienes al ser enterados dieron las instrucciones de que fueran sacados de los separados y resolver el tema de manera cordial, sin embargo alguien grabó un video que fue difundido, indicando que una niña estaba encarcelada, pero sin saber que ella fue la que por sí sola ingreso.
De acuerdo a las versiones difundidas, la menor únicamente permaneció en la cárcel por espacio de 10 a 15 minutos, por su propia voluntad, ante el temor de que otros familiares de la otra parte la agredieran, lo cual ayudó además a calmar los ánimos de las partes conflictivas.
El regidor ofreció una disculpa pública, ya que jamás intentó violentar los derechos de la menor, y por el contrario buscó en todo momento salvaguardar su integridad, sin embargo, en redes sociales, fue señalado de lo contrario.
Las partes en conflicto llegaron a buenos términos, comprometiéndose a respetarse mutuamente, y sobre todo a respetar las reglas de la venta como ambulantes en la cabecera municipal, pues esas fueron determinadas por autoridades tradicionales, no por el ayuntamiento municipal.