Aprender a hablar un idioma no materno puede traer múltiples dificultades pero también ventajas. Su adquisición como herramienta, ofrece autonomía en cuanto a varias situaciones, así como puntos a favor a la hora de ejecutar tareas o buscar empleo. Este último apartado resulta clave, ya que en el mundo laboral cada vez se hace más énfasis en la necesidad de contar con conocimientos en distintos idiomas, en especial el inglés.
A la hora de decidir aprender un nuevo idioma, no es sólo necesario contar con tiempo y esfuerzo. Son muchas más las aristas en juego. Si fuese tan fácil, no sería una condición tan buscada por las grandes compañías que buscan emplear por LinkedIn, por poner un ejemplo conciso.
Con el aporte de Escuelas de Ingles en Mexico, te brindamos algunos consejos de importancia
La importancia de la edad.
Como primer punto, podemos confirmar que es ventajoso comenzar con las enseñanzas sobre un idioma no materno, a temprana edad. A medida que pasa el tiempo, esto se vuelve más complicado y engorroso. Esto trae consigo una explicación científica. A diferencia de nuestro primer idioma, que recibimos desde pequeños, con el apoyo de nuestros familiares y entorno, en este caso no contamos con un contexto tan favorable. Cuando somos pequeños, las nuevas conexiones neuronales que debemos engendrar, son facilitadas por la plasticidad neuronal con la que contamos a esta altura jóven de nuestra vida. La improvisación nos sale sin esfuerzo y este tipo de enseñanzas dependen de una intuición, simplificada justamente por la elasticidad de nuestros cerebros. Van pasando los años y nos vamos volviendo menos receptivos ante nueva información y data. La estabilidad comienza a ser prioridad máxima de nuestras condiciones anatómicas y cerebrales.
Es justamente por lo analizado anteriormente, que solemos cometer muchos errores a la hora de decidirnos por aprender un idioma con nuestra edad ya avanzada.
– El miedo:
El miedo a equivocarse, a conjugar un verbo de mala forma o pronunciar de forma deficiente, nos moviliza a trabar la curva de aprendizaje. Ese miedo se repliega de alguna u otra forma cuando somos jóvenes. Es por eso que no debemos frustrarnos a la hora de hablar con nativos, ni sentirnos menos.
– La pronunciación:
Solemos pensar que nunca llegaremos a un grado de pronunciación elevado, o por lo menos correcto. No hay que castigarse en dicho sentido. La fonética es lo último que adoptamos, junto con el vocabulario. Se debe tener paciencia y apostar por el crecimiento a largo plazo.
– El estudio:
En este caso, aunque la lectura y el estudio son herramientas importantes, no es lo único a tener en cuenta. Su esencialidad, no quiere decir que debemos pasar horas y horas en frente de apuntes y manuales. El disfrute es muy importante a la hora de aprender un idioma. Es por eso que recomendamos apostar por el entretenimiento. De tal forma no perderemos la motivación. Ver contenido en el idioma que nos compete; desde películas, música, etcétera, establecerá conexiones neuronales que nos facilitará una inmersión cultural que agudizará nuestros sentidos cuando nos dediquemos en este nuevo puntapié.
Para concluir, es importante no frustrarse en ningún momento. Como dijimos, disfrutar el camino es esencial. Viajar al extranjero, no es vital, aunque puede ser colaborador. Rodearse de habitantes nativos, sí es un paso importante; tal vez la prueba final que alguna vez debemos dar. Tarde o temprano, si contamos con la decisión de abordarlo, hablaremos este nuevo abecedario de forma natural y fluida.