Óscar Gómez/ Corresponsal
21 de octubre del 2024. San Andrés Larraínzar.- El Cardenal Felipe Arizmendi Esquivel expresó su profundo pesar ante el asesinato del párroco Marcelo Pérez Pérez, durante la misa de exequias celebrada en San Andrés Larraínzar. El obispo emérito de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas hizo un enérgico llamado a las autoridades para desarticular y desarmar a los grupos armados que han sembrado violencia en la región y en todo el país.
“No podemos permitir que este crimen quede impune. Lo importante es que las autoridades actúen con inteligencia para eliminar a estos grupos. No queremos más violencia, pero sí que se desarmen estos grupos que están causando tanto daño en todas partes. Esto es un reflejo de lo que sucede en todo el país”, enfatizó Arizmendi.
El Cardenal también subrayó la gravedad de la inseguridad que afecta a diversas zonas de México, no solo a Chiapas. “Yo vivo ahora en Toluca, y allá también hay problemas. En mi pueblo, en la región sur del Estado de México, la situación es compleja con la presencia de un solo cártel, la Familia Michoacana. Aquí en Chiapas, la lucha entre cárteles complica mucho más las cosas”, afirmó.
Arizmendi Esquivel señaló que la violencia que afecta a Chiapas es un síntoma de la descomposición que enfrenta el país, y recordó que aunque siempre han existido problemas en la región, las circunstancias actuales son mucho más graves. “Lamentablemente, el país está en descomposición”.
El cardenal también destacó la entrega y compromiso del padre Marcelo, a quien describió como un sacerdote extraordinario, fiel a la Iglesia y dedicado al servicio de su comunidad. “Su vida terminó en lo humano, en lo temporal, pero tenemos la firme esperanza en Cristo Jesús de que le dará vida plena”, expresó.
Finalmente, Arizmendi lamentó que la violencia en México se esté agravando y exhortó a la sociedad a educar desde el hogar a los hijos en la paz y la justicia, al tiempo que pidió a los medios de comunicación y autoridades no ignorar la realidad.