Óscar Gómez/ Corresponsal
21 de Mayo del 2024. San Cristóbal de Las Casas.- La comunidad de El Carrizal, organizada en el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), denunció la posible infiltración de agentes estatales haciéndose pasar por vendedores. Mediante un comunicado, argumentan que el pasado fin de semana, dos hombres de origen guatemalteco ingresaron a la comunidad ofreciendo productos, un comportamiento inusual ya que intentaban abrir las puertas de las casas, algo atípico para un comerciante común.
“Los supuestos vendedores, procedentes de Quetzaltenango y Coatepeque, viajaban en una camioneta Toyota y, a pesar de que sus identificaciones coincidían con su procedencia, llevaban una cantidad insuficiente de mercancía para las comunidades que supuestamente recorrían, apenas unas ollas de aluminio. Según ellos, las corporaciones policíacas les permiten el paso a cambio de dinero, lo que ha despertado sospechas entre los habitantes de El Carrizal”, citan en un comunicado.
Argumentan que el contexto de violencia institucional en la región fronteriza contrasta con la libertad con la que estos individuos transitan y comercian. “Este comportamiento sospechoso ha llevado a la comunidad a pensar que podrían estar vinculados con cuerpos policíacos, actuando con una libertad inusitada, e incluso intentando abrir puertas de viviendas para espiar el interior”.
El FNLS alerta sobre las tácticas de infiltración utilizadas por la inteligencia policíaco-militar del Estado, que incluyen el disfrazarse de comerciantes, electricistas o paramédicos, con el objetivo de obtener información, identificar objetivos o mapear comunidades para futuras incursiones.
En este caso, se pidió a los supuestos comerciantes que abandonaran inmediatamente la comunidad. “Este incidente coincide con el inicio de la jornada de lucha en el marco de la Semana Internacional del Detenido Desaparecido y ocurre en un contexto de hostigamiento continuo, como el ataque del grupo paramilitar Los Petules contra la comunidad de Río Florido”.
Por último, la comunidad responsabiliza al Estado y a su administración por cualquier atentado contra la integridad física y psicológica de sus miembros.